¿La Justicia es Patriarcal?
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Este artìculo pertenece a la serie "Preguntas políticamente incorrectas, pero intelectualmente necesarias" |
Estos días se ha condenado a cadena perpetua a Nahir Galarza. Como era de esperar, no faltaron personas dispuestas a señalar un supuesto doble estándar de la justicia para castigar estos crímenes.
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Meme viral |
Aparentemente se estaría demostrando complicidad para con los femicidas, incluso como una manera de enviar un mensaje a las mujeres, y no habría habido cadena perpetua para Nahir si ella fuera hombre... ¿O sí?...
Bueno, probablemente, sí.
Según un análisis de Noviembre del 2017, en Argentina, los primeros 50 casos de femicidios también terminaron en cadena perpetua para sus perpetradores; todos y cada uno de ellos. Vaya sorpresa.
Ahora uno no debería dejarse seducir por una sola fuente: quizás la balanza de la justicia tiende a estar desbalanceada, ofreciendo ─estadísticamente─ mayor clemencia hacia los varones. Esto también se revela como rotundamente falso: un análisis riguroso demostró que la justicia estadounidense castiga con mucho mayor dureza a los varones, propiciándoles muchos más años de cárcel por los mismos crímenes (Starr 2014, aquí una síntesis), superando con creces el sesgo con el que también se castigaba a los afrodescendientes. Esto se suma a evidencia de sexismo a la hora de arrestar criminales (Stolzenberg & D'Alessio 2004). Incluso existe un “efecto de la víctima femenina” en el que la pena de muerte dependerá en buena medida de si la víctima es mujer (Richards y otros 2016).
Claro que esto no nos dice nada porque no se trata de femicidios, sino de crímenes en general... Otra falsedad. No nos detendremos a detallar casos como el de España, país en el que la misma legislación es explícitamente sexista. Basta ver un metaestudio exhaustivo de ‘Parter Abuse’ (jornal sobre violencia de pareja) que revisando más de mil estudios de todo el mundo nos dice:
«• Los hombres son más propensos que las mujeres a ser condenados y recibir sentencias más severas.
• "Los hombres fueron tratados de forma más severa en todas las etapas del proceso de enjuiciamiento, particularmente en lo que respecta a la decisión de procesar, incluso cuando se controlan otras variables (por ejemplo, la presencia de lesiones físicas) y cuando se examinan bajo diferentes condiciones".
[...]
• Es mucho más probable que se otorguen órdenes de protección y con más restricciones para las mujeres que para los hombres (particularmente en casos que involucran historias de abuso menos severas).
• Los jurados son más propensos a culpar de responsabilidad a los perpetradores masculinos en contraste con los perpetradores femeninos, incluso cuando se presentan escenarios idénticos.»
También están los ataques de ácido en Colombia, donde los hombres representan el 49% de las víctimas y gracias a las políticas de género los astigos pudieron haber sido de hasta el triple de años de cárcel si la víctima era mujer. Por suerte la ley de ataques con ácido fue aprobada sin distinción de género.
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Ver «“Only the Instrument of the Law”: Baltimore’s Whipping Post» |
Ahora no se puede decir que la justicia sea idílica cuando se trata de violencia de pareja. No se puede decir que sea idílica, a secas. Uno puede buscar y encontrar casos de femicidas impunes, e indignarse con toda la razón. Pero de ahí a pretender que la balanza está para un lado, cuando en realidad es al revés, es otro ejemplo más del de una ideología ciega que termina yendo contra cualquier igualdad de género que podamos considerar justa. El colmo de la ironía es que, en años anteriores, cuanta persona feminista he confrontado con estos datos me ha respondido que ese sesgo de la justicia también es culpa del machismo. Vaya manera de pasar por alto el machismo; me recuerda a otra vez en la que ante evidencia de un grupo de mujeres acosando y violentando hombres de manera impune (todos los años), la incoherencia del movimiento entero se hacía imposible de ignorar: basta con que cualquier hombre haga la décima parte de todo eso a mujeres, para que pidan su cabeza clavada en una estaca. Hoy vuelve a pasar lo mismo... Una injusticia de género ocurre de manera sistemática todos los días, impunemente, pero es mejor mirar para otro lado o hasta pretender que la cosa es al revés.
El tiempo pasa, y las evidencias se siguen acumulando. Cada vez se hace más necesaria la concepción de un nuevo movimiento en favor de ese género por el que nadie lucha, y al que se puede y suele pisotear en el nombre de una igualdad que no es tal.
Escrito por “Æ”
REFERENCIAS:
- Richards, T. N., Jennings, W. G., Smith, M. D., Sellers, C. S., Fogel, S. J., & Bjerregaard, B. (2016). Explaining the “Female Victim Effect” in Capital Punishment: An Examination of Victim Sex–Specific Models of Juror Sentence Decision-Making. Crime & Delinquency, 62(7), 875-898. http://journals.sagepub.com/doi/abs/10.1177/0011128714530826
- Starr, S. B. (2014). Estimating gender disparities in federal criminal cases. American Law and Economics Review, 17(1), 127-159. https://repository.law.umich.edu/cgi/viewcontent.cgi?referer=https://scholar.google.com.ar/&httpsredir=1&article=1164&context=law_econ_current
- Stolzenberg, L., & D'Alessio, S. J. (2004). Sex differences in the likelihood of arrest. Journal of Criminal Justice, 32(5), 443-454. https://www.researchgate.net/profile/Lisa_Stolzenberg/publication/4970699_Sex_Differences_in_the_Likelihood_of_Arrest/links/59e531ce458515250246f649/Sex-Differences-in-the-Likelihood-of-Arrest.pdf
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