Repensando la masculinidad

Pequeña reflexión inspirada en un video motivacional.

Algo que he presenciado en algún que otro debate es la calificación del sexo masculino como "los principales homicidas del planeta". Y de hecho, ése es un dato correcto, más del 90% de los asesinos son hombres. Así ha sido a lo largo del tiempo y a lo ancho de toda la especie humana, incluso de otras especies. Antes de debatir sobre la naturaleza cultural o biológica de este fenómeno (hay quien culpa a la testosterona de esto), debemos ponernos a pensar si no estamos interpretando un dato de manera superficial, cuando pretendemos que hallaremos la causa de esto en los hombres mismos, como si se pudiera reducir a los hombres "tratando de ser machos".

¿Acaso la mera observación de la población de homicidas nos permite extrapolar lo observado para evaluar a todo el resto de la población?

Si alguien lo cree así, necesita aprender un poco de la matemática más básica (más bien estadística básica). Los homicidios pueden copar los titulares de los medios de información y ser material para horas y horas de morbo en los noticieros, pero lo cierto es que en este siglo son una verdadera rareza a nivel probabilístico. La tasa de asesinatos cada cienmil personas es entre 5 y 6 como promedio mundial... Esto quiere decir que como máximo un 0,006% de la población muere asesinada. Claro que esto varía mucho de país en país, pero aún así queda más que evidente que los asesinos son un margen muy fino de nuestra sociedad, y no podemos tomarlos como una muestra representativa.

No debemos estudiar el mundo con ánimos de llegar a conclusiones apresuradas, ya que corremos el riesgo de confirmar nuestros sesgos. ¿Es posible que la testosterona funcione a modo de "amplificador" de la violencia, y que al entrar en una sociedad los factores socioeconomicos que la generan estos logren un mayor efecto entre la población masculina? ¿Es posible que la diferencia en homicidios sea por que los hombres usan más armas de fuego y otros métodos de agresión letales? ¿Será posible que los homicidios no sólo no representen a la población, sino que tampoco representan a la violencia en general? Quizás esos datos apenas muestran la punta del iceberg, y las intrincadas causas y consecuencias de la violencia debemos estudiarlas con más y mejor información.

La masculinidad puede ser la cara más visible de la violencia, pero eso no significa que sea la causa, como tampoco lo son las herramientas de trabajo de los accidentes laborales. La masculinidad, a su manera, también fue y sigue siendo una herramienta de la civilización humana. Esta puede servir tanto para destruir y aterrorizar, como para construir e inspirar. No debemos olvidar a todos los hombres que han arriesgado y sacrificado sus vidas por el bienestar de sus familias, bajo la consigna de un arquetipo masculino tradicional.

De la misma forma la femenidad puede tener su lado luminoso y su lado oscuro. Lo que no debemos olvidar es que no necesitamos "nuevas masculinidades" para salvar la masculinidad. El lado luminoso de esta está presente, a la vista de todos, mostrándose día a día. Sólo hace falta mirar mejor.

Escrito por "Æ"

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